Así también, nadie más que tú mismo, puedes perder voluntariamente dos cosas en ésta experiencia llamada vida y no recuperarlas jamás. Una es la virginidad, la otra es la ignorancia. Comprendo que estas líneas, generen en ti un malestar, tengo muy claro que no nos conocemos de nada, entiendo que no haga sentido a primeras pero, como decía al principio, “nadie puede ayudar a quien no quiere ser ayudado”. ¿Ignorabas que necesitas ayuda?
Parafraseando a Gurdjieff (gran maestro), él decía que la única forma de transformar a un humano máquina en humano consciente de si mismo, es dando pequeños toques de conciencia que suelten los topes que sostiene todo lo que me hace ser quien creo ser. Entonces me alegra mucho verte leer estas líneas. La invitación queda hecha, aquí hablaremos de cosas que requieren tiempo y replanteamientos en relación a quien creo ser, la columna que lees no busca de modo alguno tu entretenimiento, para eso hay un espacio virtual acojonante, aquí hablaremos de cosas que buscan sumar.
Por ahora me despido, a todo esto me presento, seré quién ocupe este espacio virtual para darle un punto de vista que tal vez a alguien le sirva, soy el mensajero, al igual que un repartidor de pizzas, yo solo entrego lo solicitado por mucho que ignores que este mensaje solo quiere hacerte recordar lo que ignorabas sabías.