La vida, el camino de la vida me llevó a la meditación para resolver mis propios conflictos, mis propias dolencias emocionales y pude avanzar. Sentía como un muro que no me permitía crecer, y esto sucedió hace muchos años. Estoy muy agradecido de ese camino y todo lo que he aprendido y las distintas escuelas a las que pude acceder, porque todas ellas abrieron una sabiduría, una energía, una paz interior que no sabía que estaba dentro mío y que todos podemos despertar y acceder.
Pero en este caminar he conocido personas con grandes traumas, traumas que no les permiten avanzar, traumas que con un aroma, que con una imagen, que con un objeto, aparecen de la nada. Incluso aparecen con espacios de felicidad y cariño y les impiden ser felices y llevar vidas maravillosas como todos merecemos. Les impiden una vida digna y esto me ha hecho cuestionar la potencia que pueda tener la meditación y las energías transmutadoras.
Hay un caso en particular que conocí hace muchos años de trauma de infancia que sentí al tratarle, al enseñarle a meditar y a ocupar la energía transmutadora que estaba resuelto. Pero el camino tiene aventuras y sorpresas que le recuerdan a uno que muchas veces la responsabilidad al ayudar a una persona a sanar está ahí, latente, y que tienes que terminar el trabajo. Siento hoy que estoy avanzando un paso más hacia poder resolver esto para esa persona y para todas las personas que hoy vivan que el dolor físico, dolor crónico, fibromialgia, tiene su origen en el trauma de infancia, tiene su origen en todo lo que hicieron para auto dañarse y poder borrar eso de dentro, que no era el camino.
Hay personas que lamentablemente viven dolor físico que aparece de la nada y que se están tratando con analgésicos, que se están tratando con medicinas alópatas, con psicología, psiquiatría y todo lo que se ha investigado, pero parece que no es suficiente. Es un deber para todos poder compartir estas experiencias y poder avanzar hacia un espacio de sanación real que realmente permita que eso termine, que se repare el daño que tiene un origen neurológico, que tiene un origen en la destrucción de las neuronas que conectan nuestro sistema nervioso y que al desconectarse, por tanto dolor vivido psicológico y de los recuerdos, falla, destruye el cuerpo y genera un dolor físico que, repito, no permite la felicidad. Y siento que hemos venido a este mundo a ser felices y entonces es la máxima, es lo que debemos obtener.
Metaconciencia es ir más allá de la conciencia y poder trascender, poder salir de la dualidad donde las cosas están bien o mal, donde hay amor u odio y encontrar el origen. ¿Dónde hay un origen antes del trauma provocado a un inocente niño o niña que debía ser formado, amado y respetado por sus progenitores, por los adultos a su alrededor y que no lo amaron, que no lo guiaron y que abandonaron la crianza o que más los dañaron con abuso, los dañaron con violencia física? ¿Cómo podemos ir más allá del trauma vivido por una adulta o un adulto que recibe violencia de otro adulto en el matrimonio o en la tortura política o en el trauma de guerra? ¿Qué le sucede a un soldado que vuelve de la guerra y vio morir a sus camaradas o vio la muerte cerca de él y salvó o provocó la muerte de otras personas? Despiertan la noche como si lo estuviera viviendo en ese instante y se sumen en la drogadicción o el alcoholismo. ¿También le sucede al que recibe un trauma en su vida adulta porque tiene un mal vivir? ¿Por qué no se le permite ser feliz y nadie comprende el dolor que lleva adentro? Drogadicción y alcoholismo son muy naturales en personas con trauma.
¿Cómo ir más allá del trauma de guerra histórico donde personas fueron desplazadas de sus pueblos, de sus países, por guerras que asesinaron a sus familiares y parten a otro lugar con el dolor de dejar su tierra, dejar sus costumbres, su cultura y a sus muertos y formar una vida en otro lugar? ¿Eso queda almacenado en el árbol genealógico? Claro. ¿Pero cómo se va a materializar después? A alguien le va a tener que doler. Lo que he podido ver es que dentro del árbol genealógico hay alguien que es más delicado, que es más sutil, que es más empático y que al entender estas historias y al escucharlas dentro, al escuchar el vacío que hay en su familia con respecto a ciertas vivencias, historias, siente dolor.
No sólo empatiza sino que sufre. Y esto no sucede de un día para el otro. Es un relato, es una historia.
Ya no le sucede sólo al torturado. Le sucede al hijo del torturado por saber que lo fue su padre, su madre. Le sucede al hijo del desplazado al entender que su padre, su madre están aquí pero no son de acá y que añoran algo que nunca obtendrán y que reciben la presión en su vida de ser algo que no son.
Le sucede al familiar que sabe que su sobrina, prima o amiga también fue abusada. ¿Y qué carga con eso? ¿Cómo lo resolvemos? Hemos sido muy violentados históricamente y debemos hacernos cargo de eso. Hemos vivido guerras y las que no las han vivido procedemos de esas guerras.
Nuestros padres, nuestros abuelos, nuestros bisabuelos y así para atrás vienen de ser desplazados o vienen de ser mansillados al haber sido esclavizados por terratenientes que pagaban poco y que les daban simplemente para comer y debían trabajar de sol a sol. No fue hace tantos años. Fue hace 100, hace 120, hace 150.
Parece mucho tiempo porque tú y yo no estábamos vivos. Pero está dentro de nosotros. Procedemos de esa historia.
¿De dónde viene tu apellido? ¿Qué significa? ¿En qué tierra fue creado con un significado que hoy día cargas acá en otro lugar? Todos fuimos migrantes y por ende cargamos con esos dolores. Pero es una bola de nieve que va a ir creciendo y que debe resolverse. Y repito, el más sutil, el más delicado o delicada de los miembros futuros de este árbol genealógico va a experimentarlo.
La meditación nos puede llevar a un punto profundo de reconocer y aceptar. Nos puede llevar a un punto profundo en donde la energía transmutadora comienza a limpiar eso. He visto casos donde el abuso infantil comienza a ser recordado como un evento exacto, como un video.
Pero también comienza a no doler. Comienza a poder desmenuzarse las partes que hicieron real ese evento trágico. De repente salen de un espacio oculto a un espacio de comprensión en el que yo puedo limpiarlo.
Y vuelven a un espacio de la memoria donde pueden desenredarse esos nudos que muchas veces son neuronas pegadas con proteínas en el momento del shock y que hoy día pueden disolverse. Necesitan serotonina. Y si la serotonina no está bien administrada dentro del cuerpo, sube la adrenalina.
Y si sube la adrenalina, me impacto por cualquier cosa sin tener que estar en peligro necesariamente. Y no logro resolver. ¿Cómo llegamos a ese cambio químico? Quizás tenemos que ir más adentro y ser cuánticos y hacer un cambio en las estructuras moleculares o quizás más adentro atómicas.
¿Tenemos esa capacidad? Esa es la pregunta y el desafío de la meditación. ¿Cómo imaginamos el proceso al entenderlo? Dejo abierta la pregunta para recibir de ustedes los comentarios correctos que podamos ir creciendo juntos en este asunto. Muchas veces creemos que debemos atender nuestras enfermedades físicas, mentales con terapeutas, por supuesto, está bien, con doctores.
Y dejamos de lado el hecho de que el cariño, la ternura, son parte fundamental de despertar ese equilibrio dentro mío. Porque cuando soy amado, soy amada, cuando me permito ser amado y también cuando me amo yo, en ese instante se liberan sustancias como la dopamina que hacen que el cuerpo esté más proclive a esos equilibrios.
Entonces parece que tenemos que buscar esos espacios. Pero, oh, sorpresa, el trauma actúa de maneras misteriosas y muchas veces también despierta por el cariño y por el amor. Y tiene costos, costos elevados.
Y esos costos va a haber que asumirlos para poder caminar a un espacio en el que ese caso que yo atiendo y que espero algún día se resuelva, sea la punta de lanza para que miles de personas puedan comprender cómo sanar el dolor físico que hoy poseen y que no logran sacarse de encima. Y que les afecta a diario y que tiene origen en el trauma de infancia y en el trauma histórico, en el trauma de todas y todos. Comprendernos en profundidad y encontrar verdaderamente quiénes somos y cómo debemos sanar.
Extraído del episodio 1, temporada 2 del podcast “El Plan Cósmico”.